domingo, 28 de febrero de 2010
Los Sforza
El primer déspota italiano de la dinastía Sforza en Milán fue Francesco Sforza, quien era previamente el Condotiero de Filippo Maria Visconti, a quien reemplazó en 1450. Su mandato está caracterizado como un periodo de gran estabilidad y de prosperidad general. Sus numerosos méritos, en los cuales estaba basado su gobierno, le proporcionaron gran popularidad y amor del pueblo; los milaneses solían decir que era un honor el ser gobernados por un déspota tan distinguido.
Francesco gobernó hasta 1466, cuando su hijo Galeazo Maria Sforza lo sustituyó. Éste, aunque sujeto a caprichos (como frecuentes actos de crueldad hacia sus conocidos), asentaba su poder en la libertad económica que poseía, en la caza, y en la gente distinguida que le cercaba, así como en su físico. A la gente no le complacía, y como consecuencia, lo asesinaron.
Como sucesor de Galeazo vino Lodovico “il Moro” Sforza, hijo ilegítimo de Francesco Sforza. Su genio político le ganó la reverencia del pueblo Italiano; ejerció el poder hasta 1499, cuando huyó ante las fuerzas combinadas de César Borgia y Luis XII de Francia.
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